La caída de Bitcoin nunca es un final, sino una reordenación.
Emociones vacías, apalancamiento colapsado, fe tambaleándose, todo apenas comienza. El aumento no se logra con gritar consignas, sino con tiempo y el intercambio de fichas. La caída es para subir más fuerte. El mercado nunca recompensa a las personas emocionalmente estables, recompensa a los paranoicos que sobreviven.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
La caída de Bitcoin nunca es un final, sino una reordenación.
Emociones vacías, apalancamiento colapsado, fe tambaleándose, todo apenas comienza.
El aumento no se logra con gritar consignas, sino con tiempo y el intercambio de fichas.
La caída es para subir más fuerte.
El mercado nunca recompensa a las personas emocionalmente estables, recompensa a los paranoicos que sobreviven.