A veces, tendemos a confiar demasiado en nuestros propios sentimientos. Más tarde, en algún momento, nos damos cuenta de que realmente hemos malinterpretado algunas cosas. Es algo decepcionante, pero también, gracias a esa decepción, estamos un poco más cerca de la verdadera persona.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
A veces, tendemos a confiar demasiado en nuestros propios sentimientos. Más tarde, en algún momento, nos damos cuenta de que realmente hemos malinterpretado algunas cosas. Es algo decepcionante, pero también, gracias a esa decepción, estamos un poco más cerca de la verdadera persona.