Lección 4

El futuro del restaking líquido

El módulo final explora las siguientes etapas del sector. Presenta la hoja de ruta de EigenLayer, el restaking multichain mediante protocolos como Symbiotic y nuevos casos de uso más allá del middleware, como los rollups modulares, las redes descentralizadas de inteligencia artificial y el restaking de BTC. Además, explica cómo el restaking se está consolidando como un mecanismo transversal de seguridad entre cadenas, y detalla cómo tanto los desarrolladores como los usuarios pueden involucrarse con garantías en la siguiente fase de evolución del ecosistema.

Slashing y riesgo técnico

Uno de los riesgos fundamentales del restaking es el slashing. En el staking tradicional de Ethereum, el slashing es poco frecuente y se limita a casos concretos, como la doble firma o periodos prolongados de inactividad. Sin embargo, en el contexto del restaking, los validadores optan por proteger servicios adicionales, denominados servicios validados activamente (AVS), cada uno con la posibilidad de establecer sus propias condiciones de slashing. Ya no es el protocolo de Ethereum quien fija estos requisitos, sino los propios AVS, que a menudo los especifican mediante contratos inteligentes o criterios externos al blockchain.

Esto introduce mayor variabilidad y amplía las posibles superficies de ataque. Un validador puede infringir accidentalmente las normas de un AVS, no por mala fe, sino por errores de configuración, fallos de software o delegaciones incompatibles. Dado que los LRT representan posiciones delegadas en múltiples AVS, un suceso de slashing en uno de estos servicios podría afectar al valor, la reputación y la integridad del colateral del token en todo el ámbito DeFi.

La introducción por parte de EigenLayer de módulos de slashing on-chain en 2025 aborda parcialmente este reto al establecer condiciones de slashing transparentes y auditables, junto con mecanismos programables de ejecución. Sin embargo, persiste el problema subyacente: los usuarios de LRT quedan expuestos, aunque sea de forma indirecta, a riesgos derivados de servicios que tal vez no comprenden ni supervisan plenamente. La falta de visibilidad en tiempo real sobre el comportamiento de los validadores y los cambios normativos de los AVS genera una opacidad técnica que no existía en el staking de capa única.

Además, la mayoría de los protocolos DeFi no distingue actualmente entre LST y LRT en sus modelos de riesgo. Se puede asumir que un LRT utilizado como colateral o para la emisión de stablecoins sólo está expuesto al riesgo base de Ethereum, cuando en realidad también incorpora la exposición a slashing externo. Esta discordancia puede llevar a una infravaloración de los umbrales de liquidación y aumentar la probabilidad de pérdidas en cascada ante eventos extremos.

Dependencias tecnológicas: contratos inteligentes y oráculos

Los LST y LRT dependen en gran medida de contratos inteligentes para gestionar la lógica del staking, la emisión de tokens, la delegación de restaking y la distribución de recompensas. Una vulnerabilidad en cualquiera de estos elementos puede desembocar en un fallo sistémico. Un error en la lógica de retirada del protocolo LRT o en el contrato de delegación podría permitir reembolsos no autorizados o un comportamiento indebido de los validadores.

Estos riesgos aumentan cuando los LRT se integran en diversas plataformas DeFi. Un fallo en un protocolo puede tener un efecto amplificado si el token sirve de colateral en otros protocolos o respalda stablecoins. La naturaleza interconectada del ecosistema LRT-Fi genera cadenas de dependencia capaces de multiplicar el impacto de un solo incidente.

Los oráculos resultan igualmente cruciales, en especial en protocolos como Pendle o en plataformas de préstamo donde la valoración de los LRT se ajusta a precios de mercado. Si un oráculo es manipulado o queda inoperativo, los usuarios pueden ser liquidados a precios erróneos, desencadenando volatilidad en el mercado. En sistemas donde las estimaciones de rendimiento proceden de los feeds de recompensas AVS de EigenLayer, la falta de seguimiento preciso puede originar proyecciones equivocadas y una mala valoración de los activos restakeados.

Las auditorías de protocolos, la verificación formal y la monitorización on-chain han mejorado, pero la complejidad de la mecánica de los LRT dificulta eliminar totalmente el riesgo asociado a los contratos inteligentes. Conforme el ecosistema crece, podría ser necesario establecer registros compartidos de riesgos y sistemas públicos de alertas de slashing para coordinar entre protocolos y evitar contagios sistémicos.

Riesgo de centralización y concentración de operadores

La descentralización, con miles de validadores independientes protegiendo la red, es uno de los pilares del modelo de staking de Ethereum. El staking líquido introdujo ciertas presiones centralizadoras, especialmente por plataformas como Lido que han alcanzado cuotas de mercado muy significativas. El restaking agrava este desafío. Los AVS suelen preferir operadores conocidos y con músculo financiero, lo que concentra las delegaciones en un grupo limitado de operadores de nodos.

Esta concentración es aún más acusada en el ecosistema LRT. La mayoría de los emisores de LRT seleccionan validadores mediante listas curadas y estos validadores suelen restakear en varios AVS, lo que multiplica el riesgo de slashing correlacionado. Una mala configuración por parte de un validador dominante podría tener un impacto simultáneo en varios LRT y AVS, y no sólo en un protocolo aislado.

EigenLayer intenta mitigar esta situación ofreciendo mercados de delegación sin permisos y permitiendo que los AVS definan sus propios requisitos para validadores. Sin embargo, la falta de una descentralización efectiva entre los operadores de LRT sigue siendo un problema relevante. Si la participación de validadores no se amplía, el modelo de restaking puede reproducir los mismos problemas de centralización que trataba de resolver, y la confianza queda depositada en un puñado de entidades encargadas de la gestión de posiciones multimillonarias de miles de usuarios.

Este riesgo plantea además retos estratégicos para los protocolos DeFi que integran LRT. Si varias plataformas emplean el mismo LRT para colateral o generación de rendimiento, un fallo a nivel de validador o de protocolo puede propagarse por todo el ecosistema, desencadenando liquidaciones, caídas de precios o una crisis de confianza en la infraestructura de staking.

Incertidumbre regulatoria y clasificación legal

El mayor riesgo externo para los protocolos LRT y LST es probablemente el regulatorio. En numerosas jurisdicciones, el estatus legal de los derivados de staking, los tokens de rendimiento y los envoltorios financieros composables se mantiene indefinido. Las autoridades de Estados Unidos, la Unión Europea y Asia han indicado que incrementarán el control sobre los servicios de staking, especialmente si se ofrecen versiones tokenizadas a inversores minoristas o si incluyen mecanismos adicionales de rentabilidad.

Los LST pueden considerarse valores indirectos si su valor depende del rendimiento de validadores de terceros y si los inversores esperan obtener lucro sin asumir un papel activo. Los LRT suponen un nivel adicional de complejidad, al incorporar restaking delegado, rendimiento de AVS externos y rentabilidades procedentes de diferentes fuentes. Esta exposición en capas aumenta la probabilidad de que los reguladores determinen que estos instrumentos son valores no registrados o productos financieros estructurados.

Además, la aparición de sistemas de recompensas como los puntos de EigenLayer, junto con la distribución de tokens ajustada al uso de LRT, puede asemejarse a incentivos informales similares a airdrops, que los reguladores interpretan como esquemas de compensación tokenizada. Estas dinámicas suscitan interrogantes sobre transparencia, licencias y protección del inversor minorista.

Como respuesta, los protocolos han comenzado a implementar geofencing, restricciones KYC y el acceso exclusivo institucional para los servicios de restaking. No obstante, sin una armonización internacional de la regulación de derivados de staking e instrumentos DeFi, la vigilancia transfronteriza sigue siendo imprevisible. Una sola acción sancionadora relevante contra un gran protocolo LRT podría disparar la aversión al riesgo en DeFi, sobre todo en las plataformas que sustentan su operativa en colateralización o rentabilidad LRT.

Sostenibilidad económica y compresión de rentabilidad

El rápido auge de LRT-Fi se ha alimentado de recompensas para usuarios pioneros, campañas de puntos y proyecciones optimistas sobre las comisiones generadas por los AVS de EigenLayer. Sin embargo, estas fuentes de rentabilidad no están garantizadas. A medida que el ecosistema se expande y las recompensas se distribuyen entre más participantes, los rendimientos individuales pueden disminuir.

Los AVS de EigenLayer no han demostrado hasta ahora una generación sostenida de comisiones que se corresponda con las expectativas iniciales. La mayoría opera actualmente sin ingresos regulares, confiando en subvenciones o incentivos de arranque. Si los AVS no logran la sostenibilidad económica, el modelo de rentabilidad basado en restaking podría reducirse a una dinámica puramente especulativa, basada en puntos y distribuciones de tokens en lugar de ingresos reales y recurrentes.

Al mismo tiempo, los protocolos DeFi que integran LRT afrontan el reto de ofrecer rendimientos atractivos gestionando a la vez la exposición al slashing. Esta tensión puede conducir a préstamos sin colateral suficiente, asunción excesiva de riesgos o sobreemisión de stablecoins respaldadas por LRT volátiles o poco líquidos. En periodos de mercado adversos, los usuarios pueden intentar retirarse simultáneamente, provocando crisis de liquidez y fuertes caídas de precios.

La creciente composabilidad de los LRT agrava estos riesgos. Cuando un mismo activo se emplea en decenas de protocolos, cualquier variación de valor o percepción de seguridad puede desencadenar un desapalancamiento masivo en DeFi, como ya sucedió con el colapso de las stablecoins algorítmicas en 2022.

Para asegurar la sostenibilidad a largo plazo de LRT-Fi es imprescindible contar con rentabilidad real proveniente de los AVS, marcos rigurosos de gestión de riesgos para las integraciones y una modelización más precisa del comportamiento de los validadores y la economía de los tokens. De lo contrario, el sistema seguirá siendo frágil, especialmente ante episodios de presión regulatoria o del mercado.

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